Un estudio revela que los microplásticos en la sangre pueden inducir trombosis cerebral.
Este hallazgo plantea serias implicaciones para la salud pública y subraya la necesidad de investigar a fondo los efectos de los MPs en el cuerpo humano.
Los microplásticos y su presencia en el torrente sanguíneo
Los MPs son partículas de plástico menores a 5 mm de diámetro, generadas por la degradación de plásticos mayores o producidas intencionalmente para diversas aplicaciones industriales. Estudios previos han detectado MPs en tejidos humanos como el hígado, los riñones y la placenta. Sin embargo, su detección en la sangre representa un riesgo particular, ya que pueden ser transportados a cualquier órgano y afectar su funcionamiento normal.
Según el estudio, los MPs pueden ingresar al torrente sanguíneo a través de alimentos contaminados, agua potable y el uso de productos médicos que contienen plástico. La exposición continua a estos materiales podría aumentar su concentración en el cuerpo, generando efectos adversos en la circulación sanguínea y la función cerebral.
Mecanismo de inducción de trombosis cerebral
El estudio empleó técnicas avanzadas de imagen para rastrear el comportamiento de los MPs en el cerebro de ratones vivos. Los resultados mostraron que los MPs circulantes son fagocitados por células inmunes en la sangre, creando células etiquetadas con microplásticos (MPL-Cells). Estas células obstruyen los capilares del córtex cerebral, reduciendo el flujo sanguíneo y promoviendo la formación de trombos.
Este fenómeno se produce debido a que las MPL-Cells cambian su morfología y adhesividad tras fagocitar MPs, lo que las hace propensas a quedar atrapadas en los vasos sanguíneos de menor calibre. Además, la acumulación de estas células obstruidas puede desencadenar respuestas inflamatorias locales, exacerbando la disrupción del flujo sanguíneo y aumentando el riesgo de daño neuronal.
Impacto en la función cerebral y el comportamiento
Los efectos de la obstrucción vascular inducida por MPs no se limitan a la reducción del flujo sanguíneo, sino que también afectan la actividad neuronal y el comportamiento. En los ratones expuestos a MPs, se observaron alteraciones en el movimiento y la memoria, lo que sugiere que la insuficiencia del riego sanguíneo cerebral podría generar trastornos neuroconductuales.
Experimentos en laberintos y pruebas de coordinación motora mostraron que los ratones tratados con MPs presentaban menor movilidad y dificultad para recordar patrones espaciales. Estos resultados sugieren que la acumulación de MPs en el cerebro podría tener consecuencias neurológicas a largo plazo, posiblemente vinculadas a enfermedades neurodegenerativas.
Factores que influyen en la obstrucción vascular
Uno de los hallazgos clave del estudio fue que el tamaño de los MPs juega un papel crucial en su capacidad para inducir obstrucciones. Se descubrió que las partículas de 5 µm generaban niveles significativamente más altos de obstrucción en comparación con partículas de 2 µm o inferiores.
Además, la concentración de MPs en la sangre también influye en la severidad de la obstrucción, con mayores concentraciones conduciendo a una mayor formación de MPL-Cells.
Implicaciones para la salud humana
Si bien el estudio fue realizado en modelos animales, sus resultados plantean una preocupación importante para los humanos. Aunque la escala y fisiología vascular entre humanos y ratones difiere, la posibilidad de que los MPs contribuyan a enfermedades cardiovasculares y neurológicas en humanos no puede ser descartada.
Pacientes con condiciones preexistentes, como aterosclerosis o enfermedades cardiovasculares, podrían estar en mayor riesgo de sufrir eventos trombóticos inducidos por MPs. Además, los efectos de la exposición crónica a estos contaminantes aún no han sido completamente evaluados, lo que hace urgente la necesidad de más investigación sobre su impacto en la salud humana.
En conclusión
El estudio proporciona evidencia sólida de que los microplásticos en la sangre pueden inducir trombosis cerebral al obstruir los capilares del cerebro. Este hallazgo resalta la necesidad de evaluar con mayor profundidad los efectos de la contaminación por plásticos en la salud humana y desarrollar estrategias para mitigar la exposición a estas partículas.
Dado el creciente uso de plásticos en la vida cotidiana y su acumulación en el ambiente, es crucial promover regulaciones que reduzcan la producción y liberación de microplásticos en la naturaleza. Asimismo, es fundamental continuar investigando los efectos de estas partículas en la salud humana para desarrollar estrategias de prevención y mitigación efectivas.