Tenían más de 20 años separados y ella decidió darle una segunda oportunidad. Ese fue el peor error.
Cristina Bezerra Perugino
Una mujer fue asesinada por su pareja durante una violenta discusión en su domicilio, ubicado en el municipio de Maricá, en la Región Metropolitana de Río de Janeiro, Brasil. El incidente se produjo el pasado domingo 23 de marzo de 2025, y ha generado conmoción en la comunidad local.
La víctima fue identificada como Cristina Bezerra Perugino, de 60 años, quien fue asesinada por su compañero sentimental, Giovane Constantino, de 66 años. Ambos habían retomado su relación a finales de 2024, tras haber estado separados por casi dos décadas.
Según fuentes cercanas, el vínculo había sido retomado con la esperanza de una nueva etapa, pero rápidamente se deterioró por constantes discusiones y episodios de tensión.
El crimen se registró en la vivienda que compartían. De acuerdo con la Policía Civil, la disputa que culminó en el homicidio fue desencadenada por un problema aparentemente trivial: una pia de cocina obstruida por residuos de café molido.
Sin embargo, las autoridades subrayan que este hecho fue solo el detonante de una convivencia previamente marcada por agresiones verbales y conflictos constantes.
Durante el altercado, Giovane Constantino extrajo un arma de fuego y disparó contra Cristina, provocándole la muerte. Posteriormente, fue detenido en el lugar de los hechos. La pistola utilizada, que no contaba con registro legal, fue confiscada por los investigadores.
Gabriel, hijo de la pareja, declaró a los investigadores que había notado el deterioro en la relación y había intentado intervenir en diversas oportunidades para evitar que la violencia escalara. Lamentablemente, sus esfuerzos no lograron evitar el trágico desenlace.
La Delegacia de Homicídios de Niterói e São Gonçalo abrió una investigación bajo la tipificación de feminicidio, considerando los antecedentes de violencia en la relación.
Los investigadores enfatizan que, aunque el incidente se desencadenó por un conflicto doméstico puntual, existía un patrón de violencia psicológica y verbal que se fue intensificando con el tiempo.
El detenido permanece bajo custodia y será procesado penalmente por homicidio con agravante de género, conforme a la legislación brasileña que tipifica el feminicidio como un delito grave y con penas más severas.